Delicioso postre de crepes rellenas de mandarinas chinas en un almíbar de naranja, decorado con crema batida y virutas de chocolate. Toque especial: incorporar la ralladura de mandarina china en la masa. Equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
En un tazón, mezcla la harina, la leche, el agua, la sal, el azúcar, los huevos enteros, las yemas de huevo y los ingredientes restantes. Luego agrega los primeros 25 g de mantequilla derretida y filtrada. Trabaja hasta obtener una masa suave y déjala reposar durante una hora.
Derrite un poco de la mantequilla restante en una sartén de 15 cm y distribúyela uniformemente. Vierte un cucharón de la masa y cocina la crepe por ambos lados a fuego lento durante unos dos minutos. Repite hasta que se terminen todos los ingredientes.
Mantén las crepes calientes en el horno a baja temperatura.
Prepara el jarabe poniendo el zumo de naranja, el azúcar y el jengibre en polvo en una cacerola; lleva a ebullición y reduce a la mitad.
Limpia las mandarinas chinas, córtalas por la mitad y cocínalas en el jarabe durante unos minutos antes de agregar el licor de naranja y el ron.
Rellena cada crepe con algunas de las mandarinas chinas, dóblalas en cuartos y colócalas en platos individuales.
Vierte el resto de las frutas con el jarabe caliente sobre las crepes, decora con nata montada y virutas de chocolate.
Notas
Agrega un toque especial a la receta incorporando ralladura de mandarina china a la masa de las crepes para intensificar el aroma cítrico.