Los mejillones gratinados son un plato delicioso, perfecto para cualquier ocasión. Receta con ingredientes simples como vino blanco, ajo, perejil, mantequilla y pan rallado. Los mejillones se rellenan con una deliciosa mezcla de champiñones, pan rallado y condimentos, y se hornean hasta que estén dorados. Un toque final de ralladura de limón agrega frescura única al plato.
Raspe y lave los mejillones a fondo bajo agua fría corriente.
Coloque los mejillones en una sartén grande con el aceite de oliva, el ajo machacado y el perejil finamente picado.
Espolvoree con medio vaso de vino blanco y cocine a fuego alto hasta que los mejillones se abran.
Retire los mejillones de la sartén, cuele el caldo y resérvelo.
Abra los mejillones, desechando la concha vacía y conservando la que tiene el molusco.
Limpie los champiñones, píquelos finamente y saltéelos con un poco de mantequilla, agregando ajo picado y perejil al gusto.
Ablande el pan rallado en el caldo de los mejillones hasta que tenga una consistencia húmeda pero no demasiado líquida.
Combine los champiñones salteados con el pan rallado, sazone con sal y pimienta, y mezcle hasta que quede homogéneo.
Coloque una primera capa de la mezcla en las conchas de los mejillones, coloque el molusco encima y cubra con la mezcla restante, nivelando la superficie.
Coloque los mejillones rellenos en una fuente para horno ligeramente engrasada y hornee en un horno precalentado a 200°C durante unos 10-15 minutos o hasta que estén dorados en la superficie.
Notas
¡Para darle un toque especial a la receta, añade una última pizca de ralladura de limón antes de hornear los mejillones gratinados; esto le dará al plato una frescura única que combina perfectamente con el sabor del mar!
Autor: Tips4Food
Calorías: 300kcal
Plato: Mariscos
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