1. Sofría las verduras picadas en una cacerola grande con aceite de oliva.
2. Cuando las verduras estén marchitas, agregue los tomates picados, los clavos, las hojas de laurel y continúe cocinando a fuego moderado, espumando ocasionalmente.
3. Cuando los tomates hayan perdido la mayor parte de su agua, agregue todos los demás ingredientes.
4. Sazone muy ligeramente porque la salsa tiende a reducirse al cocinar.
5. Revuelva con una cuchara de madera y deje que hierva a fuego muy bajo durante al menos 3 horas, revolviendo con frecuencia.
6. Cuando la salsa se haya espesado, cuélela a través de un tamiz muy fino, dejando las hojas de laurel y los clavos, y recójala en otra cacerola.
7. Pruebe la salsa y, si es necesario, agregue más sal y pimienta.
8. Vuelva a poner la salsa a fuego moderado y deje que hierva suavemente durante otros diez minutos.
9. Vierta la salsa en frascos con tapas herméticas.
Notas
Agrega un poco de chile para una versión picante de la salsa de ketchup.