Vierta 500 g de harina en un cuenco grande, forme un hoyuelo en el centro y desmenuce la levadura de cerveza junto con una cucharadita de azúcar en polvo; a continuación, añada lentamente la leche hasta formar una masa muy suave con aproximadamente la mitad de la harina, dejando esta mezcla de levadura rodeada por la harina restante.

Cubra el bol con una toalla y colóquelo en un lugar cálido durante aproximadamente una hora.

Añadir una pizca de sal, la mantequilla derretida y tibia, las 4 yemas de huevo, dos cucharadas de azúcar glas y la harina a la masa fermentada. Amasar enérgicamente hasta que la masa se despegue de las manos y del bol.

Forme 26 bolas iguales y colóquelas entre dos hojas y déjelas levar durante al menos 2 horas.

Freír los donuts en aceite caliente, pero no demasiado para que la masa también se cocine perfectamente por dentro. Escurrir los donuts y colocarlos sobre papel de cocina blanco para que absorba la grasa.

Espolvoréelos con azúcar glas y sírvalos calientes.